31 de octubre de 2011

Cinco hijas que abrazaron la vida consagrada..

Tienen entre 20 y 28 años e ingresaron en el nuevo instituto de vida contemplativa Iesu Communio. Sus padres, orgullosos, aseguran que recibieron esta decisión como una verdadera bendición.


Inmaculada Sánchez y Alejandro Ripoll tienen 5 hijas que han abrazado la vida consagrada como religiosas del nuevo instituto de vida contemplativa Iesu Communio. Estos padres españoles aseguran que han recibido la consagración de sus hijas como una verdadera bendición.

En una entrevista, la pareja expresó su felicidad por tener 5 hijas religiosas.

"Esto es como cuando un hijo se casa. Tú lo que quieres es tenerlos a tu alrededor, cerca, pero cada uno tiene que llevar su estudio, igual que cuando un hijo se te casa y no tienes que intervenir en su historia aquí es en un convento, pero tiene un secreto especial. Y el secreto es que con cada una y con cada consagración Dios derrama unos dones impresionantes a la familia, y por tanto es una bendición", afirmó Alejandro.

Sor Jordán, Sor Amada de Jesús, Sor Francesca, Sor Ruth, y Sor Nazaret, tienen entre 20 y 28 años de edad y son las 5 hermanas de sangre que comparten su vida dentro de Iesu Communio, la nueva comunidad de clausura que surgió de las clarisas de Lerma en España y que sorprendió al mundo con una explosión de vocaciones.

"Pero los primeros sorprendidos somos nosotros y la misma Iglesia. Que en una familia se den cinco vocaciones a un convento de clausura creo que desde Teresa de Lisieux no se había dado", consideró Inmaculada.

De un total de 7 hermanos, las cinco jóvenes decidieron ingresar en el mismo instituto religioso, donde 3 ya son consagradas y las otras 2 son novicias.

Cada historia de vocación fue algo personal y único, cada una "ha tenido una historia de muchos años en los que se han dado encuentros con el Santo Padre desde Juan Pablo II. Cada una ha sido un proceso distinto, porque entre ellas son muy diferentes", explicó el padre.

Inmaculada y Alejandro visitaron Roma para participar en el encuentro "Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización" que celebraron en el Vaticano el 15 de octubre con la intervención del Papa Benedicto XVI y de Sor Verónica, la fundadora y Superiora General de Iesu Communio.

"¿Qué hacemos nosotros con el Santo Padre en una reunión en el centro del corazón de la Iglesia? ¿Quiénes somos nosotros? Esto es un regalo de Dios, una gracia más de este instituto", afirmó Alejandro.

La vocación de nuestras hijas solo puede tener una explicación divina, "la misma Iglesia está sorprendida y esperando", pero en esto "los primeros desbordados somos nosotros. Explicación humana no tiene", agregó Inmaculada.

Fuente: ACI.

27 de octubre de 2011

IX Rosario por la Argentina..

Es una convocatoria prevista para las 18.30 y organizada por ex alumnas de las Hijas de María Auxiliadora, la Legión de María y otras instituciones eclesiales. La imagen de la Virgen de Luján llegará acompañada de gauchos.


Mañana, jueves 27 de octubre, a las 18.30 en la plaza San Martín (Av. Santa Fe y Florida) se rezará el IX Rosario por la Argentina, una iniciativa de las exalumnas de las Hijas de María Auxiliadora, la Legión de María y otras instituciones eclesiales.

"Queremos honrar e invocar a la Madre de Dios por las necesidades de nuestra Patria, la Iglesia, las familias y todos los habitantes de nuestro pueblo, sobre todo los más necesitados", explicaron los organizadores.

Asimismo, aseguraron que esta iniciativa mariana "tiene la aprobación de la jerarquía de la Iglesia y el permiso de la Dirección General de Cultos" porteña.

La imagen de la Virgen de Luján, que presidirá el acto, llegará acompañada por una guardia de honor de un grupo de gauchos. Se contará con la actuación de la Banda Sinfónica de la Policía Federal y de distintos coros, además de la "familia ciudadana" de Buenos Aires: aborígenes, migrantes y turistas extranjeros.

En caso de lluvia, se realizará en la basílica del Santísimo Sacramento (San Martín 1039).

"En cada pueblo de la Patria, este año, más que nunca, se puso de manifiesto la devoción y oración a María en sus distintas advocaciones. Expresada en peregrinaciones multitudinarias a los santuarios, evidenciándose como ''''auxiliadora'''' de todos los pueblos", se expresa en la convocatoria.

Tras destacar que cada día más el Rosario se exhibe como "signo de recurso y da muestras de asistencia y de identidad personal en la fe", se subraya que "podemos decir que el ''''Santo Rosario'''' siembra oración en la Argentina. Y esta siembra la hace crecer".

"Porque reconocemos la hermosura y riqueza de nuestra familia y tierra argentina, que ha sido colmada de dones y bendiciones, nos encontramos a rezar y mirar el horizonte, con el corazón lleno de Dios", se sintetizó.

Fuente: AICA.

El milagro de la Beatificación de Don Orione..

La curación de Jorge Passamonti.
La historia de Jorge Passamonti y de su milagro comienza silenciosamente con un malestar, que siente a fines de Marzo de 1944; malestar al que el médico no le acuerda ninguna importancia y que no impide a Jorge asistir algún que otro día a clase.
Tiene 14 años, frecuenta el primer año del ciclo medio superior de orientación científica, y no es ciertamente de esos chicos a los que les gusta con exceso el estudio.
Con el pasar de los días, después de una aparente mejoría, los síntomas se vuelven alarmantes. La fiebre baja, y al malestar se añade una extraña rigidez muscular.
Aún no se diagnostica la enfermedad, pero cuando Jorge pierde el reflejo de deglución y comienza a faltarle la vista, se ve la necesidad de llevarlo al Hospital.
Entonces la madre, antes de que abandone la casa, pide que le administren los últimos sacramentos. En el Hospital de Lodi, se improvisa un lecho en una salita, depósito de muebles fuera de uso.
El Jueves Santo, 6 de Abril, la enfermedad del muchacho tiene ya nombre; se trata de meningitis tuberculosa.
Los médicos se sienten impotentes y primero dejan entender y luego declaran abiertamente, con suavidad y pesar, que no hay nada que hacer. En 1944 aún no se conoce en Italia el uso de los antibióticos. De meningitis se muere; y si alguno sobrevive, quedará reducido a vida vegetativa, a causa de los gravísimos handicaps que produce.
El 7 de Abril, Viernes Santo, aumentan los síntomas mortales. Jorge está en coma, no llega a tragar ni una gota de agua. Lo más que puede hacer su madre es humedecerle los labios resecos.
Por la tarde pasa el Obispo Mons. Colchi Novati, y las hermanas le piden una bendición especial para ese muchachito que se está yendo. El obispo va al lecho y recita en alta voz las oraciones para los moribundos."Al anochecer, narra la Sra. Passamonti, viene el director, Dr. Pedrimoni, me dice que el muchacho no llegará a la mañana, y me pregunta si tengo la ropa lista para vestirlo.
Jorge -continúa la Señora Passamonti-, estaba con una bolsa de hielo en la cabeza. Yo que no sabía a que Santo recurrir, había deslizado debajo de la bolsa una estampa con la imagen de Don Orione. La había traído a casa de una de mis hijas, que la había recibido a su vez de una maestra.
Hacía 4 años que Don Orione había fallecido, y la fama de sus virtudes cristianas estaba entonces muy viva. Se trataba en todo caso de una devoción nueva, y puede ser que la Sra. Passamonti pensara que un santo que hace poco que está en el cielo tenga más milagros a disposición.
Pero yo, continúa ella, no le pedía la gracia de que me salvara a mi hijo. Me parecía pedir demasiado. Le pedía solamente que durara unas horas más, para que su padre, que estaba de viaje desde S. Remo, pudiera verlo aún con vida.
El año anterior, cuando falleciera otro niño, su padre no había llegado a tiempo para saludarlo. Y ahora este se nos iba a ir..... Decía a Don Orione: ¿Qué son para ti unas pocas horas? Tienes toda la eternidad a tu disposición. Di al Señor que conserve con vida a Jorge hasta la mañana, cuando llegue el tren con su padre.
Serían las 2 de la mañana-agrega la Sra. Passamonti- cuando Jorge de repente se sentó en la cama, y él, que desde hacía días no hablaba, me dice: `Mamá, mamá, ¡qué luz, qué luz!`. A lo que yo, a mi vez le contesto: ´¿Pero dónde está la luz, Jorge? Será la luz del Señor que viene a llevarte. Quédate tranquilo. Reza por tu papá. Feliz de ti, que te vas al cielo.
Tampoco yo me daba cuenta de lo que decía, porque estaba convencida de que Jorge se nos estaba yendo de veras. Por el contrario, acierto punto, él me dice: “Sabes, mamá, ya no me muero más”. Se apoya en mi brazo y queda con la mirada fija en un rincón de la pieza. Luego agrega: “Ahora, duerme tú también”.
Imaginarse si yo estaba entonces con ganas de dormir. Pero él seguía insistiendo para que durmiera. Entonces para complacerlo, me envolví en una frazada, y fingí que me dormía sentada en una silla.
Pero él no se dejaba engañar, quizá porque intuía que tenía los ojos bien abiertos. Te dije que duermas, no finjas. Luego sucedió que hubiera creído imposible. Me dormí de veras, y cuando me desperté era ya el alba, y Jorge estaba extendido con una calma que me hubiera parecido la de la muerte. Y pensaba dentro de mí: ¡qué madre que soy!¡Dormir mientras un hijo muere! Perdóname Jorge, no lo hice queriendo.
Pensé luego que debía comenzar a limpiar la pieza, y fui a buscar una escoba. De vuelta, encontré a Jorge sentado en la cama, embebiendo un pan negro con una taza de leche, y sin darme tiempo a hablar, me dice: ¿Mamá, no hay más pan? Este se acaba. Tengo mucha hambre, me siento del todo vacío.” Corrí entonces afuera a llamar a la hermana: Hermana, venga que mi hijo está comiendo.
La religiosa pensaba que yo desvariaba a causa del gran dolor. Son cosas que pasan. Pero cuando entró en la salita y vio ella también que Jorge mojaba el pan en la leche, se apoyo en la puerta como si se estuviera desmayando. No te muevas, que voy a llamar al doctor.
¿Qué podía hacer el doctor? Venir, verificar que la fiebre de 42 había bajado a 36, que los síntomas de la meningitis habían desaparecido, para decir luego: “Señora, no se haga ilusiones; quizás sea una mejora transitoria.
¡Pero que mejora transitoria!" Exclama la Sra. Passamonti. Por la tarde la noticia de la curación se había extendido ya por toda la ciudad, y al día siguiente la pieza de Jorge estaba llena de gente, compañeros de colegio y las respectivas madres que le traían bizcochos, caramelos y miel. Y él comía de todo, con gran disgusto del doctor, que decía: “¡Qué gente sin cabeza! Queréis hacerlo volver al estado de muerte."
Jorge insistió para dejar cuanto antes el hospital y volver a clase.
Con el tiempo desapareció también el estrabismo y no apareció ninguna de las secuelas más temidas. Más aún, Jorge no solo no perdió el año, sino que fue promovido con honor pudiendo continuar con los estudios hasta graduarse de ingeniero.
En los años siguientes su caso fue examinado varias veces por teólogos y médicos; se redactó un informe clínico de 150 páginas; fueron interrogados los testigos, y se confrontaron las deposiciones y datos.
La curación resultaba repentina y perfecta, como se exige para un milagro. Cuando luego, la causa de beatificación pasó a Roma, éste fue el caso elegido y estudiado por los jueces.

24 de octubre de 2011

“El hombre tiende a dividir y Dios tiende a unir.”

Domingo 23 de octubre de 2011 – 30º durante el año
Evangelio según San Mateo 22, 34-40 (ciclo A)

Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?". Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".

“El hombre tiende a dividir y Dios tiende a unir.”

A veces uno pensaba “para estar cerca de Dios, tengo que amar a Dios y despreciar a los hombres”; o “para amar bien a los hombres tengo que acercarme a ellos y separarme o negar a Dios”. Sin embargo, nuestra vida es una vida de síntesis, donde amabas realidades están anticipadas en Jesucristo, el verdadero Dios y verdadero Hombre. Su Persona Divina, donde esta incorporado lo humano, nos enseña a vivir esta doble realidad como si fuera una única realidad.

Mirando a Cristo, uno se da cuenta que tiene que abrirse a Dios. Y abriéndose a Dios encuentra a los hermanos. Y amando a los hermanos, está encontrando el amor de Dios. ¿Por qué?, porque nos falta síntesis.

Vivimos una sociedad atomizada. Vivimos una sociedad individualista. Vivimos una sociedad relativista y subliminal en todo. ¡Todo es relativo!, ¡todo es lo que uno siente!, ¡todo sólo por hoy, donde el futuro no tiene demasiada implicancia!, ¡no hay cosas para más tiempo o para más adelante! ¡Por eso, es importante darnos cuenta que tenemos que retomar el sentido unitivo de nuestra vida: lo divino y lo humano; Dios y los hombres!

Tenemos que vivir de esta forma: lo interno tiene que expresarse en lo externo; lo teórico tiene que meterse en la práctica; la oración tiene que insertarse en la vida; la fe tiene que expresarse en obras y que Dios tiene que llevarnos -siempre- a nuestro hermano, al prójimo, a todos.

La respuesta en este mandamiento, amar a Dios con todo el corazón, con toda la vida, con toda el alma y amar al prójimo como a sí mismo, de estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas; de estos dos mandamientos depende si nosotros vivimos una vida sabia o si queremos vivirla vacía y superficial.

Pidamos al Señor tener luz, para poder vivir como corresponde: amando a Dios y amando en serio a nuestros hermanos; amando en verdad y no usando a nuestros hermanos; sirviendo a Dios y dando a nuestros hermanos. Pero todo esto en espíritu y en verdad.

Les dejo mi bendición, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

17 de octubre de 2011

Ciudadanos del cielo y de la tierra..

Domingo 16 de octubre de 2011 – 29º durante el año.
Evangelio según San Mateo 22, 15-21 (ciclo A).

Los fariseos se reunieron para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?".
Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa? Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto".  Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios".

Ciudadanos del cielo y de la tierra.

Aquí nos encontramos con una realidad muy importante: los dos reinos, el de este mundo y el de Dios. Dos reinos que no están totalmente separados, como una dicotomía o una esquizofrenia, sino que se trata de una interrelación con una sana autonomía. Hay que darle al César lo que es del César, pero a Dios lo que es de Dios. No están en el mismo nivel, porque Dios es quien ha permitido la vida y quien ha permitido fundar la sociedad.

El comportamiento humano en la sociedad siempre tiene que tener una referencia explícita a Dios, que es garantía y fuente de la vida, de la vida social, de la vida política, de la vida de todos los hombres.

No podemos separar totalmente ni identificar totalmente, los dos reinos, ya que hay un respeto y una sana autonomía; pero el sujeto -protagonista principal- somos cada uno de nosotros. Y cada uno de nosotros tiene que darle a Dios lo que es de Dios y al César, es decir a la autoridad, lo que es de la autoridad.

Somos ciudadanos de Dios, ciudadanos del cielo, pero también somos ciudadanos de la tierra. Siempre tenemos una responsabilidad fundamental: pasar de habitantes a ciudadanos. Trabajamos por el bien común y trabajamos por Reino de Dios; y estas dos cosas son parte misma de cada uno de nosotros.

Vamos a ejercer un acto de democracia el próximo domingo, en las elecciones.
¡Elijan pensando bien aquello que quieran para ustedes!
¡Elijan con libertad! ¡Elijan con responsabilidad! ¡Y elijan con madurez!

Cada uno de nosotros, en la medida que elije bien, también está eligiendo lo que es la bendición de Dios; pero seamos libres en este aspecto y que cada uno libremente ejerza su decisión. Por eso es importante no confundir, no confundirnos y no confundirse con los demás. ¡Cada cosa tiene su lugar! ¡Y a cada cosa hay que llamarla por su nombre!

Pidamos al Señor que Dios siempre tenga la primacía y que nuestra sociedad siempre trabaje por la Verdad, por la Paz y por la Justicia. Que siempre seamos solidarios y que ejerzamos ese acto de democracia con respeto y con libertad.

Les dejo mi bendición, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

12 de octubre de 2011

Todos somos invitados..

Domingo 9 de octubre de 2011 – 28º durante el año
Día Mundial de las Misiones..
Evangelio según San Mateo 22, 1-14 (ciclo A)

Jesús les habló otra vez en parábolas, a los sumos sacerdotes y fariseos diciendo: "El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: 'Mi banquete está Preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas'.
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores:
'El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él.
Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren'.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
'Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?'.
El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: 'Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes'.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos".

¡Todos somos invitados!

La invitación que Dios nos hace al banquete nupcial es para todos. Ahora bien, recibida la invitación de Dios, en la que nos sugiere su cercanía, su deseo, su proyecto, alguno de nosotros -o nosotros mismos- a veces encontramos excusas razonables para no asistir. Veamos: uno se va al campo, otro a cuidar sus negocios, otros se portan mal, y así no aceptamos la invitación. Pero el Señor dice “¡llamemos a otros!”, y llamaron a todos los que encontraron por el camino, ¡todos fueron invitados! Sin embargo había uno que no tenía el “traje de fiesta”.

El traje al que se refiere la lectura no es una característica social porque “no estaba bien vestido”. El traje de fiesta significa que no estaba adornado de sus virtudes, o en otras palabras “no era bueno”, no tenía el adorno de lo que es la vida en sus valores, en sus virtudes, y esto es lo que tenemos que entender.

¡Todos estamos llamados a vivir la bondad humana!, podemos ser de otra religión, pero todos tenemos la misma obligación: ser buenas personas; interesarnos por las familias, interesarnos por le bien común, interesarnos por los otros; no sólo por aquellos que piensan como nosotros, o que simplemente nos dan intereses o nos dan ganancias.

La invitación de Dios es para todos. Es un llamado universal donde cada uno tendrá que responder. Si tiene las manos vacías o si tiene las manos llenas. Si tiene un traje bueno, o no está adornado por ninguna de sus virtudes.

Pidamos al Señor que nos de mucha fuerza para esto y que aprendamos que, si fuimos invitados -que ya lo somos-, sepamos responder con alegría, con generosidad, con entusiasmo y con responsabilidad. ¡No seamos descorteses a esta invitación!

Les dejo mi bendición, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

3 de octubre de 2011

Todos tenemos que dar frutos..

Domingo 2 de octubre de 2011 – 27º durante el año
Evangelio según San Mateo 21,33-43(ciclo A)

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “escuchen otra parábola: un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia.
Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: 'Respetarán a mi hijo'.
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: ‘Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia’. Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?".
Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo".
Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras: ‘La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos’?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos".
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos, entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud que lo consideraba un profeta.

“¡Todos tenemos que dar frutos!”

Es la Parábola de los viñadores homicidas. Está hablando de los seguidores de Israel, los fariseos, los escribas, porque Israel había sido la viña preferida, la viña predilecta de Dios y allí Dios envió distintos profetas y en el último tiempo a su propio Hijo. Este Hijo que no fue recibido sino rechazado y matado. De alguna manera hay un rechazo al Hijo de Dios, al Mesías. Este rechazo tiene sus incidencias y también sus consecuencias.
En la Iglesia, es decir todos nosotros, tenemos un don que Dios nos regaló: vivir y participar en el Pueblo de Dios; pero también nosotros tenemos que dar frutos. Preguntarán ¿por qué hay que dar frutos? ¡Porque somos administradores!, la vida se nos ha prestado, y también nuestra presencia y nuestra participación en la Iglesia como Pueblo de Dios.
Por lo tanto no somos patrones, somos administradores y el administrador tiene que dar cuentas. ¡Es un error pensar que uno no tiene que dar cuentas, que no tiene que dar explicaciones, que no tiene que decir cómo ha vivido en su vida todos los momentos importantes de ella! Hay que ser humilde y vivir en la verdad.
¡Y tenemos que dar frutos! ¿Quiénes? ¡La Iglesia, Pueblo de Dios! ¡Ustedes y yo! Usted es parte de la Iglesia; yo Obispo, soy parte de la Iglesia. ¡Todos tenemos que dar frutos! Tomemos conciencia de nuestra pertenencia, de nuestra vocación, de nuestra responsabilidad y de nuestra entrega de frutos que tenemos que dar. Que la Virgen, Nuestra Señora de Luján, nos bendiga como Iglesia, como Pueblo y como Nación.
Que bendiga a todos los argentinos y que todos, pueblo, gobernantes, ¡todos!, podamos entender que somos administradores y algún día tendremos que dar explicación al Señor de qué hemos hecho, cómo hemos obrado, cómo hemos respondido. Les dejo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.