29 de junio de 2011

Oración por Benedicto XVI..

Oración por el 60° Aniversario de la Ordenación Sacerdotal de Benedicto XVI..


Señor, te damos gracias
porque has abierto tu corazón para nosotros;
porque en tu muerte y en tu resurrección
te has convertido en fuente de vida.
Haz que seamos personas vivientes,
vivientes de tu fuente,
y dónanos el poder ser nosotros también fuentes,
capaces de donar a este nuestro tiempo
agua de vida.
Te damos gracias
por la gracia del ministerio sacerdotal.
Señor, bendícenos
y bendice a todos los hombres de este tiempo
que están sedientos y en la búsqueda

Amén.

27 de junio de 2011

El día mas feliz de Benedicto XVI..

El próximo 29 de junio Benedicto XVI recodará los sesenta años del “momento más importante de mi vida”, su ordenación sacerdotal, recibida en la catedral de Freising, cerca de Munich.

Recibió el sacramento, junto a su hermano mayor, Georg, de manos del cardenal Michael von Faulhaber, conocido como gran opositor al nazismo. “Adsum”, “Aquí estoy”, fueron las palabras que pronunció en latín, ante Dios y ante el pueblo el joven Joseph Ratzinger, a sus 24 años.

El próximo miércoles la Iglesia universal revivirá ese día, pero el papa no quiere que sea un momento de exaltación de su persona, mas bien espera que sirva para promover entre la Iglesia el agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio y pedirle que suscite nuevas vocaciones.

De aquel espléndido día de verano, Joseph Ratzinger recuerda un detalle que para otros pasó desapercibido y que comparte en su libro “Mi vida” (Ed. Encuentro, 1997).

No se debe ser supersticioso –escribe en esas memorias–, pero en el momento que el anciano arzobispo impuso sus manos sobre las mías, un pajarillo –tal vez una alondra– se elevó del altar mayor de la catedral y entonó un breve canto gozoso; para mí fue como si una voz de lo alto me dijese: va bien así, estás en el camino justo”.

Fue en esos días cuando Joseph Ratzinger descubrió lo que significa el sacerdote para la gente. “El día de la primera Misa, fuimos acogidos en todas partes –también entre personas completamente desconocidas– con una cordialidad que hasta aquel momento no me podría haber imaginado”, prosigue el papa en sus memorias.

Experimenté así, muy directamente, cuán grandes esperanzas ponían los hombres en sus relaciones con el sacerdote, cuánto esperaban su bendición, que viene de la fuerza del Sacramento. No se trataba de mi persona ni la de mi hermano: ¿qué podrían significar, por sí mismos, dos hermanos como nosotros, para tanta gente que encontrábamos? Veían en nosotros a unas personas a las que Cristo había confiado una tarea para llevar su presencia entre los hombres; así, justamente porque no éramos nosotros quienes estábamos en el centro, nacían tan rápidamente relaciones de amistad”.

(Re)descubrimiento del sacerdocio.

Este mismo (re)descubrimiento del sacerdocio, a nivel universal es el objetivo que se plantea Benedicto XVI al celebrar su aniversario del sacerdocio.
En este contexto, el prefecto de la Congregación vaticana para el Clero, el cardenal Mauro Piacenza, ha enviado una carta a los obispos del mundo para promover 60 horas de adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes, por las nuevas vocaciones y por Benedicto XVI.

En el texto, firmado también por el secretario de la Congregación para el Clero, el arzobispo Celso Morga Iruzubieta, se explica que las horas de adoración eucarística dedicadas a esta intención pueden ser continuas o pueden distribuirse durante el mes de junio, y debe comprometer “de manera particular, a los sacerdotes”.

El culmen de este recorrido de oración podría coincidir con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús –Jornada de santificación sacerdotal–, el próximo viernes 1 de julio”, añade la carta.
Con esta iniciativa, la Iglesia pretende homenajear “al pontífice con una extraordinaria corona de oraciones y de unidad sobrenatural, capaz de mostrar el centro real de nuestra vida, de la que surge todo esfuerzo misionero y pastoral, así como el auténtico rostro de la Iglesia y sus sacerdotes”.

Fuente: Moral y Luces.

24 de junio de 2011

Se cumplen 30 años de las apariciones de la Virgen en Medjugorje..

Hace 30 años, el 24 de junio de 1981, la Virgen María comenzó a aparecerse supuestamente a seis jóvenes en una pequeña aldea de Bosnia Herzegovina llamada Medjugorje. Así comenzó uno de los fenómenos más controvertidos de los últimos años que convirtió la aldea en uno de los lugares más visitados de Europa. Más de un millón de personas pasan cada año por Medjugorje.

Sin embargo, el Vaticano prefiere ser prudente y no se ha pronunciado definitivamente sobre estas apariciones. De los seis videntes, tres de ellos supuestamente ven a la Virgen todos los días y los otros tres, una vez al año.

Para pronunciarse, el Papa convocó en marzo de 2010 una comisión ligada a la Congregación para la Doctrina de la Fe y dirigida por el cardenal Camillo Ruini. El sacerdote Salvatore Perrella es uno de sus miembros.

La Iglesia tiene que verificar las apariciones no porque no crea en la posibilidad de que existan sino para salvaguardar la fe, salvaguardar sobre todo la esencia de la fe. Un cristiano que basa su fe en las apariciones, no es un cristiano adulto, maduro”, explica Salvatore Perrella.

El Vaticano marca varios criterios para declarar que una aparición es auténtica. Por ejemplo, que los mensajes no contradigan el Evangelio o el Magisterio de la Iglesia y que las conversiones que suscitan sean profundas.

Para ello el Papa designó a 17 expertos en distintas materias. Entre ellos hay un psicoanalista y psiquiatra porque uno de los puntos más importantes es constatar la salud mental de los supuestos videntes. Aunque también hay otros aspectos que investigar.

La seriedad de los videntes, la sanidad mental, moral, eclesial. Los videntes son personas normales que son llamadas por Dios a una vida particular, de sacrificio, de renuncia, de persecución”, afirma el miembro de la Comisión de investigación sobre Medjugorje.

Para Salvatore Perrella cada aparición es un modo que Dios tiene de hacerse presente en la historia y en vida de las personas. En veinte siglos de Cristianismo, sólo unas dos mil apariciones cuentan con algún reconocimiento.

Si el Señor nos hace ver la veracidad de las apariciones, bien, pero tenemos que estar seguros de que vengan de Dios y no hayan sido construidas aunque sea con buenas intenciones. Esto es lo que hace la comisión pontificia. Por eso no hay todavía un juicio que dar. Queremos ver si el evento que explican los videntes, del que hablan los medios de comunicación y que atrae a millones de personas a ese pequeño pueblo es verdaderamente de Dios”, dice Perrella

30 años después de la primera aparición de la Virgen en Medjugorje todavía no se puede dar un juicio claro sobre su veracidad. Algo sobre lo que los 17 expertos en apariciones que forman esta comisión están investigando, aunque por ahora prefieren no hacer declaraciones.

Fuente: Moral y Luces.

21 de junio de 2011

Dios es Comunión de Vida..

Solemnidad de la Santísima Trinidad.

En nuestro calendario civil, el domingo fue el Día del Padre. Rezamos por nuestros padres, que tanto tienen que ver con nuestra vida, nuestra existencia. Que los papás que están aquí, tengan un día de mucho reconocimiento, mucho respeto y mucho amor.

Evangelio según San Juan 3, 16-18 (ciclo A):

Dijo Jesús “Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

Dios es comunión de vida.

En esta Solemnidad de la Santísima Trinidad, a veces puede resonar en nuestros oídos como una fiesta muy lejana, muy extraña, muy incomprensible, poco asible. Sin embargo, estamos en este mes fiesta tras fiesta pero cómo todo se va concatenando, se va hilando.

Fijémonos: ya hace un tiempo atrás celebramos la Pascua; luego la Fiesta de la Ascensión -donde Cristo Resucitado asciende al Padre-; le siguió la Fiesta de Pentecostés -donde el Padre con el Hijo nos envían al Espíritu Santo- y ahora entramos en la comunión propiamente dicha de Dios.

Cómo Dios es una comunión de vida por excelencia. Cómo Dios, siendo un solo Dios verdadero, son tres Personas que se relacionan y a quienes tenemos acceso por la misma revelación de Jesucristo. Lo propio del Padre es crearnos, lo propio del Hijo es redimirnos y lo propio del Espíritu Santo es santificarnos. Y cada uno de ellos tiene una función específica, un atributo propio, que nos lleva al misterio más íntimo, más profundo.

Cuando hablamos de la Santísima Trinidad estamos hablando de Dios, pero también hablamos del hombre. El hombre no puede vivir su misterio si no se abre a Dios. El hombre no se explica a sí mismo si no se abre a Dios. Cuando uno se abre a Dios, puede tener explicación, puede entenderse y darse cuenta que participa de esa comunión con Dios; pero que también uno es un misterio.

Es así que la Fiesta de la Santísima Trinidad nos lleva a este conocimiento: Dios es inagotable. Cuando nos acercamos más a Él y lo encontramos, tenemos el deseo y el ánimo de seguir buscándolo para seguir encontrándolo. Esto es fundamental: ese misterio es inagotable pero también es para nosotros.

Luego, el misterio nos lleva a una intimidad profunda: el hombre no puede ser comprendido sino en Dios. Es así que esta cercanía con Dios produce y provoca en nosotros un nuevo nacimiento. Así como Dios es comunión de vida y nos participa a nosotros, también nosotros tenemos que tener un cuidado exquisito de la comunión y de la común unión entre nosotros.

Esta Fiesta de la Santísima Trinidad nos lleva a aquello para lo cual fuimos creados, a lo más propio, a lo más específico, al futuro que no tiene ocaso, que no tiene fin: la permanente y perfecta Adoración de la Santísima Trinidad. Nosotros fuimos creados, redimidos y santificados para encontrarnos definitivamente con el Creador.

En el “mientras tanto”, en el “mientras estamos aquí”, esta Solemnidad no es un punto de llegada sino de partida. Al encontrarlo a El nos tenemos que sentir movilizados para seguir buscándolo y trabajar siempre por la comunión.

¡Feliz Fiesta de la Santísima Trinidad! ¡Levantemos nuestro espíritu y nuestra alma!
Que nos demos cuenta de aquello para lo que fuimos llamados y que podamos encontrarnos definitivamente con Él. Esa es nuestra vida, nuestra finalidad y nuestro futuro. No lo comprometamos más.

Les dejo mi bendición en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mons. Rubén Oscar Frassia.

17 de junio de 2011

Religioso en patines..

El joven hermano estadounidense Anthony Ariniello vive y estudia en Roma. En poco tiempo se ha convertido en una popular figura en la Ciudad Eterna debido a su peculiar medio de transporte: unos patines con los que los que llega a la Basílica de San Pedro a rezar.

El religioso de 32 años nacido en Colorado, cuenta que "cuando la gente me ve pasar con frecuencia escucho exclamaciones como ‘¡Wow, ese sí es un monje moderno!'"

Ademas, señaló que "¡el Espíritu hace todas las cosas nuevas! Se puede testimoniar que la nueva vida puede comenzar con signos sencillos. Las campanas de las iglesias y sus fachadas son bonitas, pero el espacio postmoderno necesita rostros más personales: una religiosa sonriente, una familia con cuatro hijos… y ¡un monje en patines!"

Sobre sus patines, su medio de transporte, afirma que no ve ningún problema y sí varias ventajas porque "son prácticos, económicos y ecológicos".

Para el hermano Ariniello, miembro de la Comunidad de las Bienaventuranzas, la sorpresa de la gente cuando lo ve andar en patines "tal vez esté en que nunca han visto antes a un discípulo de Cristo de esta forma. Yo mismo alguna vez estereotipé a la Iglesia como pasada de moda".

"Luego me encontré por primera con un Obispo cara a cara… en un juego de raquetbol. ¡Ese día comencé a escuchar de verdad a la Iglesia y descubrí que estaba llena de vida!", añade.

El joven religioso dijo que ese juego fue el inicio de un camino que ahora lo lleva al sacerdocio: "en 1997 en la Jornada Mundial de la Juventud en París escuché por primera vez la voz de Dios que me llamaba a la vida sacerdotal. Eso es algo que nunca había considerado antes porque quería casarme. Pero allí descubrí que el sacerdocio es otro tipo de matrimonio".

Tras ingresar al seminario diocesano de Denver, el hermano Ariniello descubrió unos años después que Dios lo llamaba a ser parte de la Comunidad de las Bienaventuranzas, una institución nacida en Francia hace 29 años que también agrupa a religiosas, sacerdotes y matrimonios, originada en el movimiento carismático.

El joven comenta que su comunidad resalta mucho la necesidad de la oración, la presencia de María y la Eucaristía. En su opinión "las nuevas comunidades han nacido para dar mucho fruto en la Iglesia".

Tras su ordenación en Francia en junio del próximo año, volverá a Denver. Eso sí "llevaré mis patines adonde sea que vaya", concluye.

Fuente: ACI Prensa.

15 de junio de 2011

Miles de peregrinos visitan la tumba de Juan Pablo II..

Miles visitan al beato y hacen sus peticiones. En grandes cajas de madera dejan cartas, sobres con dinero y hasta medicamentos. En la fila se hablan todos los idiomas pero al acercarse a la capilla, se impone el silencio y la oración.


Juan Pablo II nunca está solo. El caudaloso río de peregrinos que pasan ante su tumba dura toda la jornada, desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde. En la fila se hablan todos los idiomas del planeta pero al acercarse a la capilla, el silencio se impone de modo natural. Tan sólo se escuchan susurros: «¿Dónde está el Papa? Ah sí... ¡Esta allí! ¡Esta allí!». La Capilla de San Sebastián es tan grande que a muchos no les resulta fácil encontrar la lápida blanca sobre la que campea la inscripción «Beatus Ioannes Paulus PP. II».

La mayoría de los peregrinos han visto a Juan Pablo II en sus países o han disfrutado de algún encuentro más familiar. Un italiano ya jubilado comenta sonriendo: «Soy del coro de Varese y vine a cantarle hace años. Ahora he venido a pedirle que mantenga unida mi familia, y que a mí no me llame demasiado pronto para estar con él. Necesito seguir aquí».

Algunos usan prismáticos para ver la tumba más de cerca. Muchos toman fotografías, y algunos incluso las envían inmediatamente para confirmar que han hecho la visita y la petición. Blas, que es mexicano, comenta que ha venido a pedir por su familia y por la paz en el mundo. Una chica de Malasia se para ante la capilla mientras escucha su audio-guía y luego se queda mirando: «Yo estaba visitando la basílica pero no sabía que este Papa estaba aquí». Es un caso excepcional, pues la mayor parte de los peregrinos no sólo vienen directamente a visitar a Juan Pablo II sino que se quedan «atrapados» en el lugar.

Y los ujieres de la basílica de San Pedro, los sampietrini , tienen que pedirles continuamente que se muevan: «Prego, avanti. Please, move on. Por favor, adelante». Es un trabajo que cansa, pues, según uno de los encargados, «es duro hacerlos mover, ya que han venido para rezar. Es un trabajo que duele, y los turnos son de sólo 30 minutos, alternando con un puesto más tranquilo en la contigua Capilla del Santísimo».

Los peregrinos siguen dejando flores para Juan Pablo II, que los sampietrini llevan enseguida hasta la tumba. Los mensajes ya no se dejan por el suelo, sino que se depositan en dos grandes cajas de madera. Desde el fallecimiento del pontífice, en abril del 2005, los peregrinos -jóvenes y mayores, creyentes o no- comenzaron a dejarle mensajes sobre su tumba: pequeñas notas, tarjetas y cartas escritas como a una persona viva, como a alguien de la familia. La postulación de la causa las conserva todas, y ha permitido leerlas a la profesora Elisabetta Lo Iacono, autora del libro Querido Señor Papa. Lo que los fieles escriben a Juan Pablo II.

En las cajas es posible ver desde pequeños trozos de papel hasta grandes sobres amarillos que contienen objetos voluminosos. Algunos peregrinos echan billetes a modo de donativo, y otros dejan exvotos, que van desde miniaturas de coches hasta bolsas transparentes con medicinas, quizá para pedir un milagro o agradecer una curación. Impresiona también la intensidad de la gente que se mantiene en un segundo plano para rezar con tranquilidad.

Una joven italiana le ha pedido a Juan Pablo «una cosa muy personal»: que le ayude a responder a su «camino de fe». Dos sacerdotes ortodoxos rusos se paran en la balaustrada, y la agarran fuerte con las manos. Están conmovidos, como casi todos los peregrinos. Una mujer eslovaca comenta: «he venido a visitarlo porque lo he visto en sus dos viajes a Eslovaquia y también en una audiencia en Roma. No le pido ningún favor especial para mí sino, sencillamente, que me guíe para que yo sepa hacer lo que debo».

Cada peregrino tiene un motivo personal para venir y algún deseo, alguna petición, consciente o inconsciente. La responsable de un centro de acogida de muchachos con problemas en Treviso ha venido «a rezar por los chavales» y, además, a pedir que porque su familia pueda «aceptar bien las dificultades y el dolor, como él supo sobrellevar las contrariedades toda su vida». Le gustaría estar más tiempo, pero tiene que dejar sitio a casi un centenar de peregrinos de Bombay que rodean, apiñados, a un guía que enarbola en alto una gran rosa amarilla. En el lenguaje de las flores, el significado es «Felicidad», «Amistad» y también «Recuérdame»

Fuente: ABC.

13 de junio de 2011

La Iglesia nace en Pentecostés..

Es una fiesta muy importante, después de la Pascua, que marca el nacimiento definitivo de la Iglesia: la Iglesia nace en Pentecostés. En Navidad se gesta, en el seno virginal de María; en Pascua Cristo se inmola, se ofrece -es crucificado, muere y resucita-; y ahora Cristo asciende al Padre y con El nos envía el Espíritu, dando así lugar al verdadero nacimiento de la Iglesia.

Evangelio según San Juan 20,19-23 (ciclo A):
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo:  "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo:  "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".

Pentecostés: vivimos para evangelizar.

Esta fuerza de Pentecostés, esta fuerza de la presencia del Espíritu que “hace nuevas todas las cosas”, hace nueva nuestra vida, hace nuevo nuestro compromiso; surge por esta realidad principal: la resurrección de Cristo, que ha vencido al pecado, a la muerte y ha cumplido con la voluntad de Dios, la voluntad del Padre. Cristo nos envía su Espíritu para que nos acompañe siempre.

Es aquí donde tenemos que reconocer que todo proviene de Dios, que El hace nueva toda nuestra vida, que fortalece nuestro corazón, que por la presencia del Espíritu nos encontramos con el Evangelio y reconocer en la Iglesia al Señor, que por esa presencia Dios está en cada sacramento, que nuestra vida puede ser realizada con fidelidad, con perseverancia, con alegría y con amor; que por esa presencia también podemos obrar éticamente, tener una vida moral digna.

Su presencia nos hace participar de aquello que es lo propio de Dios: su divinidad. Dios nos diviniza, se hace presente y nos dice “estaré con ustedes siempre” y da a los Apóstoles el poder de perdonar los pecados en su Nombre reteniendo a aquellos que ellos se los retengan.

En esta Fiesta de Pentecostés, tenemos que darnos cuenta que vivimos para evangelizar; ya que somos enviados a anunciar, a llevar este mensaje que no es vacío, que está lleno de contenido. Por eso, la calidad del misionero y la misión, está supeditada a la calidad de encuentro que uno tenga con el Señor. Es decir que cuando uno sea un verdadero discípulo será un auténtico misionero. Si uno quiere ser auténtico misionero pero no tiene tiempo para ser un buen discípulo, se comprometen ambas realidades: el discipulado y el testimonio.
Recibamos hoy al Espíritu Santo para que nuestra vida sea eficaz. Tenga frutos, y frutos en abundancia.

Nosotros llevamos el nombre de cristianos, tenemos la dignidad de ser bautizados, somos confirmados por el Espíritu y tenemos una misión que cumplir, transmitir, cultivar y desarrollar. Por eso, que ninguno de nosotros tenga la excusa de decir “no puedo” o “no soy capaz”. Dios da la gracia para poder y ser capaz.

Que hoy tomemos más y mejor conciencia de nuestra pertenencia a la Iglesia, Pueblo de Dios; y que este mensaje no quede reducido a pocos sino que llegue a todos, en todas las lenguas, de un modo abierto, creativo y universal; es decir católico, como la Iglesia.

Les dejo mi bendición en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mons. Rubén Oscar Frassia.

10 de junio de 2011

La Vigilia de Pentecostés..

¿Por qué Pentecostés es una fiesta de los jóvenes?
Pentecostés nos está diciendo que la Iglesia es siempre joven y que la juventud, tanto la que ha sido llamada a la vida consagrada como la juventud que no siente ese llamamiento pero que tiene que seguir en el mundo un compromiso para el cual ha recibido su vida, es signo de una Iglesia siempre joven, siempre en fase de renovación. Y el Espíritu Santo es el alma de esa renovación, de esa espiritualidad. Corresponde al anhelo de los humanos hoy: justicia, verdad, trascendencia. Si en algún año la fiesta de Espíritu Santo recobra una actualidad urgente, es hoy cuando vemos tanta confusión, tantas voces falsas de redención, tanto materialismo, tanto egoísmo, tanto odio, tanta violencia. Es un momento precioso para sentir que esa ansia de justicia, de verdad, de absoluto, de trascendencia, corresponde a un anhelo profundo humano que nadie lo puede llenar si no es el Espíritu mismo de Dios que viene a tomar posesión y a llenar ese inmenso vacío que -el ser humano- como San Agustín va buscando en el mundo soluciones y no puede encontrar: "Nos hiciste Señor para Ti y nuestro corazón anda inquieto hasta descansar en Ti".
Muchos jóvenes buscan, muchas veces, esos caminos de lo espiritual en doctrinas que, en vez de llenar, hacen más misteriosa la sed de infinito que todos llevamos. ¡Cuántos buscan en falsos gnosticismos, en espiritualismos de tipo oriental!; o quién sabe lo que es peor: en evasiones de las drogas, del vicio, del placer, de la violencia ¡Cuánta juventud se pierde! a pesar de que lleva el ansia de la justicia, de lo absoluto, de lo espiritual, que está como intoxicada en medio de un mundo que no se levanta más allá de las tejas. Queremos decirle a todos los jóvenes de nuestra diócesis: “¡no pierdan esa ansia, nunca!, pero no la busquen por caminos torcidos.”

¿Qué es la fiesta de Pentecostés?
Fiesta Bíblica: La Iglesia tiene una respuesta y es la que está dando este día: "Pentecostés". Es una fiesta de origen bíblico. Nació como una fiesta de acción de gracias en el tiempo de la recolección. Pentecostés suena a 50 días, 7 semanas. Siete semanas después que se recogía la primera gavilla, cuando ya se terminaba la cosecha iban a ofrecer al Señor las primicias y a darle las gracias por ella.
Fiesta de la alianza del Sinaí: Posteriormente los judíos le dieron también el sentido de aniversario de la fiesta de la Alianza de Dios con Moisés en el Sinaí, y renovaban en Pentecostés los compromisos de la Alianza.
Fiesta cristiana: Pero el cristianismo le dio otro sesgo más profundo: Pentecostés, número 50, símbolo de perfección, de plenitud. Desde la resurrección de Cristo hasta hoy 50 días, la plenitud pascual como el gozo completo que decía Cristo. La paz que nadie puede turbar. Se celebra como plenitud de la resurrección de Cristo y de su Ascensión a los cielos. La venida del Espíritu de Cristo enviado por al Padre y por el Hijo como lo había prometido el Señor: "Les conviene que me vaya porque si no me voy y no soy glorificado, no les puedo enviar al Espíritu". Los mandó estar en oración y en acción mientras esperaban.
Un día de Pentecostés, vino el Espíritu: es el nacimiento de la Iglesia, es la clausura de la Pascua, es el tiempo que marca profundamente el espíritu de nuestra misa de cada domingo y nuestra vida cristiana donde quiera que se desarrolle.

Vigilia: Para que seamos testigos de Pentecostés, para renovar nuestro compromiso y vivir la Comunión, te invitamos a la Vigilia que haremos: Lugar: Colegio José Manuel Estrada (2 de Mayo y Piñeiro, en Lanús) Fecha y Horario: 11 de junio, 19.30 hrs. Quiénes: Todos los jóvenes de la diócesis, parroquias, movimientos; quienes se preparan para la Confirmación. Y todos los jóvenes de espíritu. Los esperamos.


Programa:
19.30: Recepción
20.00: Rito de inicio. Del caos a la organización, de las tinieblas a la luz.
20.45: Trabajo en grupos.
Hasta 15 años inclusive en Polimodal.
Mayores de 16 en el Primario.
22.00 Testimonios. "La Iglesia la construimos entre todos".
22.15 Rito del fuego. Procesión.
23.00 Misa presidida por nuestro Obispo.
24.00 Envío. Final.

"Concédenos Señor tu Espíritu para construir una Iglesia en Comunión"

6 de junio de 2011

El Señor esta siempre presente..

Domingo 05 de junio de 2011
Fiesta de la Ascensión del Señor
Evangelio según San Mateo 28,16-20 (Ciclo A):

Después de la Resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: ‘Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo’

¡El Señor está presente siempre!

El aspecto de la ascensión es parte del Misterio Pascual, que se trata de la crucifixión de Cristo, la muerte, la resurrección y el ascenso al Padre. El próximo domingo la Liturgia nos hace celebrar la Fiesta de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. El hecho predominante es la resurrección de Cristo.

Cristo fue enviado por el Padre y cumplió con lo que el Padre le pidió: el sacrificio definitivo, redimirnos en la cruz, poner sobre sus espaldas el pecado de todo el mundo; Cristo nos redime en la cruz y, ya resucitado, subirá al Padre. Y antes de partir definitivamente, dice dos afirmaciones muy claras: la primera, que recibió todo poder en el cielo y en la tierra y envía a los discípulos a bautizar -y hacer discípulos para el Reino- “en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.” Bautizar, ser enviados y sobre todo a enseñar -que es transmitir y comunicar la doctrina, “y enseñarles a cumplir todo lo que yo les he mandado.” Cristo, antes de ascender al Padre, envía a los discípulos; y en ellos nos envía a nosotros a anunciar y predicar.

La segunda afirmación, también muy importante, es “yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” La presencia de Cristo será invisible pero no menos real. ¡Es real! Pero es invisible. Él estará como resucitado, como redentor, como salvador, como Mesías, como Cristo Glorioso, ¡presente en nosotros todos los días de nuestra vida!

De esto no nos podemos olvidar jamás, porque no es un dato secundario, o de menos importancia, ¡es fundamental!; ¡el Señor está! Y por esta razón tiene que resonar en nuestros oídos, en nuestro corazón y en nuestra alma, esta otra afirmación: “¡no teman, Yo estoy con ustedes!”

No hay que tener miedo. No tenemos que tener miedo. El Señor está presente, está en nosotros, está con nosotros y al lado de nosotros. ¡Eso es muy importante! El anuncio, la predicación y su presencia siempre, porque somos bautizados y confirmados.

Finalmente el tema de la comunicación. Benedicto XVI dice algo muy importante: así como hubo una revolución industrial donde lo manual pasa a las grandes industrias, -que es un cambio sideral, notable y que repercute en toda la sociedad., en esta época de la era digital también se da un cambio tremendo, porque el mundo de la comunicación, de la información, de lo instantáneo, está presente.

Esto es muy bueno, no es malo, pero el Papa advierte algo a considerar: primero la comunicación, como Internet, o lo digital, o lo virtual, es bueno que se comunique, se informe y se participe, pero saber que lo virtual jamás reemplazará la presencia real del vínculo y en el trato entre las personas.

Una cosa es la imagen y otra la realidad. Y la realidad es más importante que la imagen, por más expansiva que sea. La realidad es fundamental y nosotros la subrayamos.

Luego, la presencia de lo que se obra, lo que se muestra, lo que se hace público, tiene que estar en conexión con lo que es el ser, con la persona misma. No puede haber dicotomía, no puede haber esquizofrenia, ni división entre imagen y realidad. Y esto también hay que tenerlo en cuenta.

Mis bendiciones para todos los comunicadores, a quienes el Papa nos anime en este tiempo especial donde vivimos un cambio de cultura, pero que el mundo -de esta era digital- también tiene que estar presente el Señor en lo humano; y en lo humano la presencia del Señor

Les dejo mi bendición en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Mons. Rubén Oscar Frassia.