VATICANO, 05 Ene. 11 / 11:46 am (ACI)
El diario italiano "Il Giornale" informó ayer que la Congregación para la Causas de los Santos ya aprobó la curación de una religiosa francesa que sufría Parkinson como milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo II.
Marie Simon-Pierre, una religiosa francesa de 44 años, sufría de una forma agresiva de Parkinson. La enfermedad desapareció instantánea e inexplicablemente luego que sus hermanas, en junio de 2005, le pidieran a Juan Pablo II el milagro de la curación a dos meses de su fallecimiento.
Aunque el Vaticano no ha confirmado esta decisión, el vaticanista de Il Giornale, Andrea Tornielli, asegura que el expediente sobre el milagro fue aprobado a fines de 2010 por los especialistas que integran la comisión médica de la Congregación y también por los teólogos a cargo del caso. Los documentos ya estarían en poder de los cardenales y obispos que deben emitir un último juicio antes de que el expediente sea presentado ante el Papa Benedicto XVI.
Tornielli sostiene que la reunión de los cardenales se realizará a mediados de enero y si el resultado es positivo, el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, podrá solicitar al Papa Benedicto XVI la promulgación del decreto de reconocimiento del milagro.
El 19 de diciembre de 2009 el Papa Benedicto XVI aprobó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Juan Pablo II y –con la aprobación del milagro– solo faltaría el anuncio de la fecha de beatificación, sostiene Tornielli.
El vaticanista considera que la beatificación podría ocurrir antes del próximo verano europeo o "podría prepararse para octubre".
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005 y aunque la Iglesia exige un periodo de espera de cinco años desde la muerte del candidato para comenzar su proceso de canonización, el Papa Benedicto XVI hizo una excepción y autorizó su inicio el 28 de junio de 2005.
El primer paso del proceso de canonización es el reconocimiento de la heroicidad de virtudes; es decir haber vivido en grado sobresaliente la fe, la esperanza y la caridad. Luego que el Papa promulga el decreto de heroicidad, se espera un milagro obrado por la intercesión del Siervo de Dios que –tras ser reconocido– permitirá la beatificación. La canonización de un beato exige un segundo milagro debidamente investigado y aprobado por las autoridades eclesiales.
11 de enero de 2011
10 de enero de 2011
Esposos italianos con 21 hijos al Altar..
ROMA, 05 Ene. 11 / 06:42 pm (ACI)
Los esposos italianos Settimio Manelli (1886-1978) y Licia Gualandris (1907-2004), bendecidos con 21 hijos, podrían ser el tercer matrimonio en llegar como pareja a los altares, tras el inicio de su causa de beatificación en esta capital.
La fecunda pareja, muy querida por el Santo Padre Pío de Pietrelcina, podría alcanzar la santidad gracias a su ejemplar modo de vivir la fe y su total confianza en la Divina Providencia.
Según informó el diario italiano la Repubblica en su edición del 20 de diciembre, el proceso de beatificación comenzó con una ceremonia en Roma. San Pío de Pietrelcina conoció a la singular pareja en 1924, cuando Licia apenas tenía 17 años y Settimio era un maestro de secundaria de 38 años. Los esposos ingresaron a la rama laica de los franciscanos como terciarios y se unieron espiritualmente al Padre Pío, quien les vaticinó una descendencia de al menos 20 hijos.
Settimio y Licia se casaron en 1926 y se instalaron en Roma. A pesar de vivir durante los duros tiempos de la guerra y la postguerra, siempre vieron a sus hijos como "dones de Dios".
Uno de ellos, el sacerdote Stefano María Manelli –co-fundador de los Franciscanos de la Inmaculada, hoy con mil miembros en el todo el mundo– relató al diario un episodio de su niñez, cuando un día, su padre llegó a casa y su madre le dio la noticia de un nuevo hijo por venir. Settimio dijo a Licia: "¿Ves? Hay otra llama que Dios ha encendido".
La pareja siempre invitó a su familia a confiar en la Divina Providencia, donde encontraban su fe, confianza y aceptación cristiana. "Papá y mamá nos invitaban siempre a confiar en la Providencia, a esperar su llegada a casa, como si fuese una persona", cuenta el Padre Stefano María.
La fecundidad del matrimonio Manelli llega a nuestros días. "Entre hijos, nietos, y bisnietos la familia cuenta con alrededor de 200 personas: una gran descendencia", explicó el Padre Stefano María en la vigilia de la ceremonia de beatificación, a la cual asistió casi toda la nutrida familia.
Franciscanos de la Inmaculada.
El Padre Stefano María, fundó junto a Gabriele Pelettieri el Instituto Religioso de Derecho Pontificio de los Franciscanos de la Inmaculada en 1970. Ambos eran Franciscanos Conventuales, pero buscaban una espiritualidad con un acento más mariano, en oración, pobreza, penitencia y apostolado.
Inspirada por San Pío de Pietrelcina y San Maximiliano Kolbe -el religioso que entregó su vida en Auschwitz a cambio de un condenado a muerte- la orden ha logrado gran expansión mundial y cuenta con casi mil miembros entre religiosos, religiosas, novicios y novicias. Se trata de uno de los fenómenos vocacionales más sorprendentes de los últimos años.
La fecunda pareja, muy querida por el Santo Padre Pío de Pietrelcina, podría alcanzar la santidad gracias a su ejemplar modo de vivir la fe y su total confianza en la Divina Providencia.
Según informó el diario italiano la Repubblica en su edición del 20 de diciembre, el proceso de beatificación comenzó con una ceremonia en Roma. San Pío de Pietrelcina conoció a la singular pareja en 1924, cuando Licia apenas tenía 17 años y Settimio era un maestro de secundaria de 38 años. Los esposos ingresaron a la rama laica de los franciscanos como terciarios y se unieron espiritualmente al Padre Pío, quien les vaticinó una descendencia de al menos 20 hijos.
Settimio y Licia se casaron en 1926 y se instalaron en Roma. A pesar de vivir durante los duros tiempos de la guerra y la postguerra, siempre vieron a sus hijos como "dones de Dios".
Uno de ellos, el sacerdote Stefano María Manelli –co-fundador de los Franciscanos de la Inmaculada, hoy con mil miembros en el todo el mundo– relató al diario un episodio de su niñez, cuando un día, su padre llegó a casa y su madre le dio la noticia de un nuevo hijo por venir. Settimio dijo a Licia: "¿Ves? Hay otra llama que Dios ha encendido".
La pareja siempre invitó a su familia a confiar en la Divina Providencia, donde encontraban su fe, confianza y aceptación cristiana. "Papá y mamá nos invitaban siempre a confiar en la Providencia, a esperar su llegada a casa, como si fuese una persona", cuenta el Padre Stefano María.
La fecundidad del matrimonio Manelli llega a nuestros días. "Entre hijos, nietos, y bisnietos la familia cuenta con alrededor de 200 personas: una gran descendencia", explicó el Padre Stefano María en la vigilia de la ceremonia de beatificación, a la cual asistió casi toda la nutrida familia.
Franciscanos de la Inmaculada.
El Padre Stefano María, fundó junto a Gabriele Pelettieri el Instituto Religioso de Derecho Pontificio de los Franciscanos de la Inmaculada en 1970. Ambos eran Franciscanos Conventuales, pero buscaban una espiritualidad con un acento más mariano, en oración, pobreza, penitencia y apostolado.
Inspirada por San Pío de Pietrelcina y San Maximiliano Kolbe -el religioso que entregó su vida en Auschwitz a cambio de un condenado a muerte- la orden ha logrado gran expansión mundial y cuenta con casi mil miembros entre religiosos, religiosas, novicios y novicias. Se trata de uno de los fenómenos vocacionales más sorprendentes de los últimos años.
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