2 de abril de 2010

Viernes Santo... Para rezar en familia delante del Crucifijo...

Señor Jesús, hoy revivimos el dolor de tu muerte sintiendo nuevamente el dolor del impacto que ella tiene en nuestras vidas.
Gracias porque diste tu vida para salvarnos y sufriste para redimirnos.
En esta pequeña iglesia que es nuestro hogar, queremos confiarte aquellos sufrimientos y penas que a veces no aceptamos con demasiado amor.
Debemos confesar avergonzados que frecuentemente nos quejamos de las cruces que nos impone la vida familiar, y no nos damos cuenta que deberíamos abrazarlas con el mismo amor que Tú lo hiciste.
Ayúdanos Señor, para que a ejemplo tuyo todo lo compartamos, las alegrías y las penas, y tengamos siempre presente que los sacrificios asumidos con amor conducen a la vida nueva que conquistastes con tu resurrección.
Todo esto te lo pedimos animados por el ejemplo de tu madre, la Virgen dolorosa, que supo acompañarte en el dolor y ahora está junto a ti, donde vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.