La comunidad católica de Paraná espera con entusiasmo el próximo 18 de diciembre para festejar los 50 años de sacerdocio de los hermanos gemelos César y Raúl Molaro, quienes por una delicadeza de Dios, compartieron no solo el día del nacimiento y el bautismo, sino también la fecha de su ordenación sacerdotal.
Los amigos, familiares y feligreses de los "Padres Molaro" han elegido como tema de la celebración "Cien años de sacerdocio. Salvadores como Jesús", inspirados en la suma de ambas vidas de entrega y el lema sacerdotal que comparten los hermanos.
Según informa la agencia católica argentina AICA, la comunidad de Paraná "celebrará este singular acontecimiento el viernes 17 de diciembre a las 19 con una misa en la parroquia San José Obrero (avenida Zanni y O’Higgins, Paraná, Entre Ríos), luego de la cual habrá una cena homenaje".
Ambos confiesan que descubrieron la vocación sacerdotal de niños, cuando acudían al oratorio Don Bosco de su ciudad, inspirados por el testimonio de entrega de un sacerdote alemán "abnegado, entregado, generoso y siempre alegre" que se fue de misionero al Chaco Paraguayo.
Para los hermanos Molaro, la familia es muy importante en la vida de un sacerdote. Eran nueve hermanos y Raúl recuerda que sus padres "gente sencilla y humilde de zona rural" sufrieron mucho con la muerte de dos hijas pequeñas antes de que nacieran los gemelos.
"Después, ya ordenados sacerdotes, supimos que mi madre, en medio de su dolor por la muerte de sus hijas, dijo: ‘Si Dios me da hijos varones los consagraré para que sean sacerdotes’", sostiene el Padre Raúl.
Al mismo tiempo, el Padre César recuerda que a pesar de la promesa, a su madre "le costó mucho que nos fuéramos al Seminario" pero "el día de la ordenación, ella lloró de emoción durante toda la ceremonia, y luego se sentía feliz y orgullosa de sus hijos sacerdotes. Yo pensé siempre cómo nos ayudaron las oraciones y el apoyo de nuestros padres y hermanos en la fidelidad al ministerio sacerdotal. Siempre pienso que la familia es fundamental para la fidelidad y la perseverancia en el ministerio".
Para el Padre Raúl "ser Sacerdote es descubrir el amor y el llamado de Jesús a seguirlo y trabajar, con Él para que los hermanos lo conozcan y lo amen. Es tratar de vivir una identificación con Jesús Sacerdote y Pastor al servicio de la Iglesia".
Su hermano agrega que "ser sacerdote es una gracia, un llamado de Dios. Es una participación del sacerdocio de Jesucristo, y por eso el sacerdote puede obrar en persona de Cristo cabeza, ya que se da una consagración especial y una configuración más profunda con Cristo sacerdote".
Sus vidas.
Los hermanos César y Raúl nacieron en Paraná el 3 de enero de 1935. El 20 de enero de ese mismo año fueron bautizados en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de su ciudad natal. Recibieron la confirmación el 1 de enero de 1947 en la catedral arquidiocesana.
Estudiaron en el Seminario Menor y Mayor de Paraná. Fueron ordenados diáconos el 9 octubre de 1960, y presbíteros el 18 de diciembre del mismo año.
El Padre César, además de vicario y párroco en distintas comunidades, fue director espiritual del Seminario Mayor, secretario canciller, Prefecto de Teología del Seminario Arquidiocesano, apoderado legal de varias escuelas y miembro del Consejo de Consultores, entre otras numerosas actividades desarrolladas a lo largo de estos años.
Por su parte, el Padre Raúl desde su ordenación fue vicario y párroco de distintas comunidades, capellán de colegios, capellán Unidad Penal Nº 1 (Cárcel de Paraná), asesor diocesano del Consejo de jóvenes de la Acción Católica, fundador del Movimiento de Encuentros de Juventudes Cristianas (Paraná), asesor de la Junta Arquidiocesana de Catequesis, director espiritual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad; el 3 de agosto de 1986 se convirtió en miembro del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt.