Lo confirmó ayer el Vaticano. Había sido extraída en sus últimos días de vida (Diario Clarín).
Una ampolla con sangre de Karol Wojtyla se expondrá a la veneración de los fieles durante la beatificación del Papa polaco, que se celebrará el próximo domingo en el Vaticano, a sólo seis años de su muerte. Unas 300.000 de personas llegarán en trenes, aviones y micros especiales a Roma para asistir a la ceremonia, la cual será presidida por uno de sus colaboradores más cercanos, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa.
La sangre le fue extraída a Juan Pablo II como previsión ante eventuales transfusiones y fue conservada en el hospital Bambino Gesu por las monjas de esa institución médica. Se encuentra en estado líquido, a causa de un anticoagulante presente en la probeta al realizar la extracción, según explicó el Vaticano a través de un comunicado.
Desde hace tiempo se conocía la existencia de ampollas con sangre extraída a Juan Pablo II y que algunas de ellas estaban custodiadas por el sacerdote Stanislao Dziwisz, secretario de Wojtyla durante casi 40 años y actualmente su sucesor en la cátedra de Cracovia. El Vaticano precisó ayer que el cardenal Dziwisz custodia dos ampollas de sangre, pero que existen otras dos en el Bambino Gesu, a cargo de las monjas del hospital pediátrico.
Una de estas dos últimas, colocada en un “precioso relicario, hecho preparar especialmente por la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice”, será expuesta durante la ceremonia de beatificación a la veneración de los fieles.
En los últimos días de enfermedad del Papa polaco, el personal médico que atendía a Wojtyla realizó extracciones de sangre para poner a disposición del Centro de Hematología del hospital Bambino Gesu”, con miras a una eventual transfusión. El hospital estaba encargado de efectuar ese servicio médico para el Papa, pero la transfusión no tuvo lugar y la sangre extraída permaneció conservada en cuatro pequeños contenedores, dos de los cuales quedaron a disposición del secretario particular de Juan Pablo II, Dziwisz. Los dos restantes permanecieron en el Hospital.
Para la beatificación, estos dos últimos fueron colocados en sendos relicarios. Uno de ellos será presentado a la veneración de los fieles durante la ceremonia del domingo, y luego se conservará en el “sagrario” a cargo de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del pontífice, junto a otras importantes reliquias. El segundo contenedor será devuelto al hospital Bambino Gesu.